Conocerte mejor es el primer paso para sentirte mejor.
Evaluarte con honestidad te permite reconocer lo que necesitas, lo que te afecta y lo que te ayuda a sanar. En esta sección aprenderás a identificar patrones en tu estado de ánimo, registrar tus pensamientos y descubrir qué actividades te generan bienestar.
Porque cuando tomas conciencia, puedes empezar a transformar.
Revisemos los pasos con un ejemplo
1. La importancia del auto-monitoreo
¿Cómo puedes cambiar algo que ni siquiera notas? Hazte estas preguntas:
- ¿Cuántas veces parpadeaste ayer?
- ¿Cuánto tiempo pasaste viendo el celular?
- ¿Cómo te sentiste el fin de semana? ¿Feliz, triste, molesto? ¿Por qué?
La verdad es que casi nunca lo sabemos.
Los seres humanos no somos buenos detectando cambios sutiles en nuestro ánimo o comportamiento.
Y sin darnos cuenta… lo que no se mide, no se mejora.
Por eso llevar un registro emocional es un primer gran paso para cuidarte.
Observarte con atención te ayuda a reconocer patrones, entender tus reacciones y encontrar nuevas formas de sentirte mejor.
2. Ejercicio práctico:
Registra tu estado de ánimo
Tomarte unos minutos al día para anotar cómo te sientes puede cambiar por completo tu perspectiva. Este pequeño hábito te ayuda a:
- Conocerte mejor: Detectar qué te afecta y qué te nutre.
- Tomar mejores decisiones: Saber cuándo necesitas parar, pedir ayuda o cambiar algo.
- Celebrar tus avances: Notar tus mejoras y reforzar lo que te hace bien.
- Prevenir crisis: Identificar señales de alerta a tiempo.
- Empoderarte: Ver que tú puedes transformar tu bienestar, día a día.


3. Acompañar
a alguien más
Cuando ayudas a otra persona a registrar lo que siente, también le estás regalando una herramienta de claridad. No se trata de juzgar o dar soluciones rápidas, sino de acompañarla a ver con más objetividad lo que vive.
A veces, solo con escribirlo… ya se empieza a sanar.

